sábado, 9 de febrero de 2013

La amante de Bolzano

Sándor Márai escribió este libro unos tres años antes de "La mujer justa"(probablemente esta última su obra maestra). Pero la estructura de este libro ya venía anunciada por "La amante de Bolzano". En realidad por casi cualquiera de sus libros salvo los de memorias que aún tengo esperándome en algún lugar de esta infinita biblioteca. Y es que este escritor húngaro escribió siempre la misma novela. Y lo que sería una mala crítica en casi cualquiera no lo es del todo aquí. Porque Márai nunca aburre aún usando el mismo argumento una vez sí, otra también. Cais siempre hay un trío. A veces "un hombre que ama y otro que es amado" y una mujer en el centro de esas pasiones. Casi siempre nos muestra los tres puntos de vista. Casi siempre vemos que los tres puntos de vista hablan y razonan y piensan como el autor, a través de larguísimos y minuciosos monólogos que giran sobre la misma tesis y que van aportando pequeñas pistas sobre la historia con las que deduciremos los hechos pero nunca los veremos del todo. Un estilo de literatura de lo obsesivo que me recuerda al posterior Javier Marías en España o al austríaco Thomas Bernhardt si bien los temas de cada uno de estos autores son otros.
Aquí el personaje es Casanova. Se enfrenta a una antigua amante que bien podría ser la horma de su seductor zapato y al marido de esta. Y con argumento tan sencillo iremos aprendiendo sobre el amor, sobre la pasión, los celos, las venganza, el odio... Lo de siempre pero narrado con tanta fuerza y tanta convicción que a duras penas yo, que tanto he leído, pude abandonar el libro. Como siempre, sé cuando abriré la novela pero no cuando la cerraré porque su estilo es hipnótico. Te aturde poetizando y reflexionando a la vez sobre los sentimientos más profundos del alma y aunque sea más de lo mismo si le has leído antes no te importa que así sea. Cada pocos párrrafos me veo obligado a subrayar. Aunque sus tesis nunca sean nuevas:

"Eso es lo maravilloso de las mujeres:son capaces de llevar a cabo verdaderas hazañas cuando aman a alguien".

¿Alguna pega? Pues ninguna a nivel técnico. Otra cosa es que me convenza lo mucho que Márai le exigía a sus personajes. Y es que la voz sumisa al principio de esa Francesca que se le declara a Casanova es excesiva como ya lo era la loa a la amistad de "El último encuentro", perfectos catálogos de cosas que le pedimos al amor o a la amistad o a cualquier pasión pero absolutamente exageradas y difíciles de llevar a cabo por nadie. Duro que nadie ame como sus personajes. Y si lo hacen debe ser más por una afección mental que por motivos dignos de aplauso.
Pero no importa porque la suspensión de credulidad está asegurada si te dejas envolver por ese desgranar de lirismo, por ese modo de exprimir la teoría hasta las últimas consecuencias.
Sándor Márai es uno de los mejores científicos que ha dado el estudio del alma humana (o de sus pasiones). Creo que casi cualquiera de sus libros es altamente recomendable. Difícilmente se les puede admirar como menos que maravillas de la literatura.

2 comentarios:

  1. Pues creo que no ha sido Marai sino tu reseña lo que me ha seducido a apuntarla en la lista de pendientes. Interesante y más si no he leío nada de este autor pero si en tu reseña aparece el nombre de Javier Marías, creo que este libro no me decepcionará.

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  2. Te lo recomiendo como se lo recomiendo a todo el mundo. "La mujer justa" sin embargo en su mayor y más grande obra. Te hartarás de subrayar.

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