lunes, 11 de abril de 2016

El secreto de Reginald Perrin



Hace casi dos años leí “Caída y auge de Reginald Perrin”. No pude disfrutar más. Era humor inglés casi de manual. Y digo casi porque si fuera de manual se le notaría demasiado pero leerlo no era una labor estudiosa sino más bien hilarante. Al autor le salía natural. A pesar del mucho trabajo que debe de haber detrás de unas comedias tan bien montadas.
Este libro apareció originalmente en la Inglaterra del 77. Es segunda parte del citado arriba y supuestamente escrito para complacer a los lectores y televidentes que vieron la serie en su época. De hecho, este libro debió nacer a la sombra del éxito. Y aún aparecerían un par más de Reginald Perrins. Yo busqué en la wikipedia qué hacía David Nobbs actualmente y he descubierto que desde Agosto del año pasado alimenta a los gusanos. Descansa en paz, genio, eres otro de los que no se han ido de este mundo sin aportarle algo bueno.
Incluso discípulos ha dejado. Como sin ir más lejos el gran Jonathan Coe. Claro que en Inglaterra es difícil apreciarlo. Este humor también está en Woodhouse que por edad sería maestro y no discípulo. O en David Lodge. O en muchas de las comedias de risa enlatada.
Yo crecí en mi televisión autonómica viéndolas, me marcaron tanto que acabé anglófilo perdido. Luego la música british terminó de volverme así, muy de la gran Bretaña. A pesar de sus defectos imperialistas y su tendencia a ser tan, tan suyos y tan cerrados, tan chauvinistas. Pero por más que creamos en el carácter nacional no soy muy de juzgar a la gente por su patria. Ni de creer que les conozco a todos. Aunque sí, al igual que el también catalán Kiko Amat, autor del postfacio, los británicos nos pierden. No sé qué nos pasa por Cataluña que hay tantos amantes de las islas norteñas, tal vez las citadas series de las autonómicas nos dejaron así de snobs (claro que yo no desprecio un buen libro patrio o sudamericano o de dónde sea, hay un tiempo para todo, amo lo internacional y nacional en general pero Inglaterra en particular, sin exclusiones). 
Reginald Perrin era el típico oficinista aburrido que quiere cambiar su vida en la primera parte y se hace pasar por muerto para cambiar su identidad. En esta parte, no contaré todo lo que ocurre en la primera, todo vuelve a estar en su sitio pero a Regi le vuelve el tedio y decide montar una tienda dónde solo se venda basura. Por romper la monotonía, por demostrar que si la gente compra basura que le vende como si fuera calidad, él al menos lo hará avisándolo con sinceridad. La novela regresa con los malentendidos habituales, las repeticiones hilarantes, los juegos de sentidos y palabras ingleses, la ironía… pero también el profundo sentido filosófico de la existencia humana. Detrás de sus chistecitos y bromas hay también lucidez y crítica mordaz sobre casi todo. Y una muy inteligente. 
Impedimenta dice publicar libros de la cultura occidental. Yo diría que más bien cojean del pie británico (eso también lo ve Kiko Amat en el postfacio). Y nosotros dos que lo celebramos. La casita de jardines a las afueras de la portada es un referente habitual de algunas portadas de esta editorial de Madrid. Con eso ya me han atraído. Luego falta que el producto esté a la altura de las expectativas. Y vaya si lo está. Esto es un clásico del humor que creó tendencia con su personaje. Esto es de lo mejor. Esto es como un post-it que nos recuerda a muchos que tener un trabajo, una casa y una familia no tiene por qué ser la felicidad sino más bien lo contrario. Reginald Perrin es lo contrario del hombre rutinario. Cuando todo le va bien se empieza a aburrir. En la primera parte era infeliz con su pobreza, en la segunda lo es con su riqueza. No sé qué le deparó el futuro en las dos restantes. Sí sé que en estas lo superó saliendo de su zona de confort como un Bowie vital y se reinició. Regi muere como Cristo para renacer. Pero lo hace como un humano. No queremos ser él porque realmente ya lo somos. Si tenemos un trabajo que nos disgusta y unas ganas locas de abandonar nuestra vida para vivir otra ya somos Reginald Perrin. O Elizabeth, su mujer, esto no es literatura exclusivamente masculina, sus mujeres son tan irónicas y a veces más inteligentes que los hombres.

-      No creo que la mujer llegue nunca a alcanzar la igualdad real.
-      Y tanto que no-dijo C.J.
-      Por eso no deberían abandonar jamás la lucha.    

Ahora me toca devolver el libro a la biblioteca y como todos los que me gustan de un modo especial tal vez ir a comprarlo y tenerlo en formato físico. Porque sé que me gustaría releerlo, porque no quiero dejar de regresar a ese mundo y esa filosofía.


-Todos los matrimonios, malas rachas. Dentro de lo normal- comentó Jimmy- La mala racha en mi matrimonio: de la luna de miel al divorcio. 

2 comentarios:

  1. S, ¿lo leíste traducido? Creo que no tengo suficiente nivel de inglés para coger los chistes y con la traducción, siempre se queda algo en el camino. Me frustra. Esta reflexión porque hace poco leí un libro de humor inglés y me gusto, pero me terminé con la sensación de que sólo había podido disfrutar de la mitad de la historia :( Lectura también de Impedimenta, por cierto. Aunque sin casa :D

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  2. Lo leí traducido. Impedimenta tiene buenos traductores que en algunos casos como Pilar Adón, son escritores. Están en buenas manos aunque nunca sea lo mismo que el original, es obvio. Los dos que he leído de este autor los he leído traducidos. Si estuviese desesperado y ansioso recurriría a leerlo en inglés. Pero tampoco tengo un nivel de los que me permitan disfrutarlo. Y se me escaparían muchos detalles. Creo que en inglés solo leo regularmente comics.

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