lunes, 18 de enero de 2016

Un hombre enamorado


Pues a pesar del título no veo yo que ese sea el tema principal de más de seiscientas apretadas páginas de monólogo. ¿Un hombre enamorado? Sí, el autor nos cuenta su enamoramiento. Lo hace durante algunas páginas de la novela pero cuando miro hacia atrás y pienso en lo leído, ¿siento que he leído la historia de un hombre enamorado? Como no sea de sí mismo o de escribir…
Este es el segundo tomo de una obra de seis que de manera autobiográfica describe la vida de un autor del que no sabíamos nada por aquí hasta que Anagrama comenzó a publicarlo. La obra al completo se denomina Mi lucha y comienza con  La muerte del padre, un libro con el que me aburrí y me entretuve a partes iguales a principios del año pasado. Más o menos lo que me ocurre con esta segunda parte. Aquí Karl Ove se expatria él solito de Noruega a Estocolmo. Allí continua su amistad con Geir, otro noruego intelectual y amigo del boxeo (un Hemingway norteño pero nadie parece percibirlo en el libro). Se reencuentra con Linda, una poeta que había conocido en una convención de escritores y que será su segunda mujer. Dejará a la primera para enamorarse de esta y seguramente darle un poco de sentido al título de esta segunda obra. Pero también podría haberse titulado Los engorros de ser padre cuando quieres ser escritor, La mierda del matriarcado o Vida burguesa, charlas pseudointelectuales sobre autores norteños que sólo se conocen entre ellos.
El autor se pasea por sus páginas a su aire. Como si escribiera un blog y pudiera escribir lo que le da la gana. Igual te habla de lo mal que lo lleva paseando a sus hijos por las calles suecas que se pone a charlar sobre un escritor que por aquí abajo no hemos oído en la vida o monta una cena con los amigos y se detiene unas cincuenta páginas a transcribir lo que hablaron. A veces me entretiene porque me gusta la literatura sobre literatura (también habla de autores más asequibles para nosotros, clásicos universales). Pero su problema es que cree que todo él es interesante en todo momento. De la más mínima observación te escribe largas digresiones. Parece recordar o creer recordar hasta la última fémina a la que vio y con la que fantaseó en el transporte público. Eso, unido a que es un llorica, irrita ocasionalmente. Aún así soy de los que no se han aburrido lo suficiente como para no seguir con el resto de su pequeña vida ampliada. Acaban de editar el tercer volumen por estos lares y ahora se irá a la infancia. Alguna vez, cuando tenga tiempo y ganas regresaré a sus digresiones. Sólo por poder pasear por una sociedad como la noruega o la sueca ya me ha valido la pena el viaje. Son parecidos a nosotros y a la vez distintos. Suele pasar cuando te metes en la mente de otro ser humano, que comienzas a entenderle. A ver cuando la literatura de Oriente Medio se suelta la melena y podemos saber qué ocurre en sus interiores tan alienígenas para Occidente.
En cuanto al estilo de este autor, tirando a plano, nada retórico, muy fácil de vender más allá de la intelectualidad elitista.

“No es que nazcamos iguales y las condiciones de vida hagan nuestras vidas diferentes, sino al revés, nacemos diferentes y las condiciones de vida igualan nuestras vidas.”

“Sentía una imperiosa necesidad de dormir, de acostarme en una habitación vacía, apagar la luz y simplemente desaparecer del mundo. Eso era lo que añoraba, y lo que me esperaba, horas de obligaciones sociales y parloteo, me parecía insoportable. “(esto es muy de escritor, no somos muy sociables por lo general)

“No debes creer que eres alguien.
No creas ni de coña que eres alguien.

…Solo eres una mierdecilla…Cállate, agacha la cabeza, trabaja, y sé consciente de que no vales una mierda”      (glups, este tío no se quiere, os invito a leer lo que se hace con una cuchilla en la cara cuando le dan calabazas)

Literatura amante del cotilleo. Éxito asegurado. 

3 comentarios:

  1. Tal y como lo has presentado no me apetece ni un poquito. Aunque es probable que disfrutara con algunas partes porque también me gusta la literatura sobre literatura.

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  2. Fascinante intensidad que nos cuentas
    “Sentía una imperiosa necesidad de dormir, de acostarme en una habitación vacía, apagar la luz y simplemente desaparecer del mundo.

    Cuantas veces me ha pasado y luego hoy cuando lo recuerdo
    Me pienso
    que tonta
    que fui
    aburrir momentos de una vida
    que no tenemos que desperdiciar
    Un abrazo inmenso compañero de letras

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  3. Dorotea: Se disfruta así, a ratos. Habla de todo y a veces todo no nos interesa.

    Mucha: Esa enseñanza de vida es muy adecuada con lo que te ha pasado y con todo lo que escribes. Intento recordar ese amor al presente cuando estoy agobiado por algo. Nadie me lo recuerda mejor que tú.

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