lunes, 23 de abril de 2018

Las olas




Hay libros que independientemente de lo bueno o malos que puedan ser no se pueden ir recomendando alegremente a cualquiera.
“Las olas” de Virginia Woolf es un buen ejemplo de mi tesis. Más que bueno es obra maestra. Se publicó en 1931 y ya desarrolla ideas vanguardistas tan arriesgadas y modernas que no solo siguen vigentes sino que dejan en ridículo a ciertos experimentadores-as actuales.
Está escrito en prosa pero es más bien poesía. Por su intensidad, por el ritmo y porque no cuenta historias, esto es más bien la aventura de la mente de la autora o de sus personajes. Una narración subjetiva de los pensamientos de seis tipos distintos. Está el triunfador Louis, la suicida Rhoda, la enamorada de lo bucólico Susan, el hombre que amaba a otros hombres Neville (con muy poca fortuna), la buenorra superficial de Jinny, el buscador de buenas frases para escribir Bernard… También esta Percival que sale poco y muere pronto, es más bien un compañero que se recuerda. Pero no nos equivoquemos. No es una precursora de Friends, el humor brilla por su ausencia. Esto es más sobre la melancolía, el paso del tiempo (a la autora le gustaba jugar mucho con el tiempo literario, es casi su especialidad de la casa), el deseo de que todos seamos uno y no individualidades (toma ya), algunas otras ideas filosóficas que me han sorprendido en cuanto que yo mismo había pensado y hasta escrito alguna vez. Todos esos pequeños hallazgos literarios, poéticos o de pensamiento me han hecho continuar con la novela y leerla rápido a pesar de que no se recomienda una lectura rápida. Nadie lo hace. Esta no es para la playa o el campo. Cada frase tiene sentido. No hay nada fuera de sitio. Los personajes piensan y claro, no hay diálogos. La autora salta del pensamiento del uno al otro y aunque al principio puede parecer difícil, siempre hay un “dijo Bernard o Rhonda, etc.” que te aclara quién es el narrador de cada párrafo. Los aciertos de la novela pueden ser también su lastre para quién no quiera tanto estilo, estructura o pretensiones.
Hay intermedios en cursiva donde se nos narra el paso del sol a lo largo del día. El amanecer coincide con los personajes en su infancia, el crepúsculo con su vejez (más los grados intermedios, hay una clara metáfora del día que es como la vida de todos ellos y cobrará sentido en el último párrafo).    
La novela pretende escribirse como el batir de las olas. Sus frases quieren fluir de ese modo. Arrancar, transcurrir, ¿romperse en una frase corta?. Sea como sea la ola como metáfora alcanza la novela incluso más de lo que pensamos, acaba derivando en plena y triste idea existencial. En lo efímero de todo.
El libro que yo manejé es el de Lumen. Se lee sin prólogo ni notas. A palo seco. La edición de Cátedra es todo lo contrario para los muy fans de la autora. Debe ser interesante ver los veinte mil detalles que una primera lectura no deja atrapar.
Mi ejemplar, por cierto, estaba tan arrasado de subrayados que al final entendí que se trataba de alguien que la había estudiado. ¿Algún-a estudiante de literatura? Desde luego dejó la novela como un campo de batalla. 
Como curiosidad decir que a Virginia Woolf, James Joyce le parecía muy retorcido pero finalmente dejó que cierta influencia calara en su propia literatura. También me recuerda este vanguardismo a toda costa al de Faulkner. Los tres son un tridente complejo pero genial.
Pero como decía al principio esta no es una recomendación fácil. Si buscáis opiniones (yo las busqué después de leerlo), se dividen en los que la adoran y en los que la odian a muerte. Suele pasar con la mejor literatura, que no deja indiferente a nadie.
Yo mismo disfruté de otros libros de Virginia Woolf como “Al faro” solo porque me fatigaba menos.
Este libro no ofrece treguas al lector. No hay áreas de descanso. Ni abre las ventanas para que respiremos. Es claustrofóbico. No cuenta ninguna historia realmente, es pensamiento puro llevado al extremo. A veces es demasiado triste. Y si sabéis lo que pasó con la escritora, más.
Puedo respetar a sus detractores. En serio. Es sólo que yo no puedo estar entre ellos cuando tanto ingenio y tanta poesía siguen tan vivos.
Otra escritora para escritores-as. O para lectores muy avezados.
El que avisa…

10 comentarios:

  1. No, Virginia no es para cualquiera. Yo la admiro, la adoro y la detesto a partes iguales. Reconozco su genialidad, pero también he sufrido su pesadez y me he sentido una ignorante por detestarla. Cada cierto tiempo vuelvo a ella. El siguiente ya lo tengo preparado, Una habitación propia, pero no sé cuándo porque el cuerpo y la mente aún no están preparados.

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  2. Totalmente de acuerdo en todos los puntos y hasta sensaciones que te inspira. Alguna vez he sentido fatiga como lector leyéndola. Aún reconociendo sus aciertos. Pero no siempre estas para ese desgaste. Además de que no es para cualquiera también debo añadir que tampoco es para alguien que le guste en todo momento. Las novelas deben tener respiraderos. Virginia en ese sentido no le da descanso al lector. El libro que citas me interesó mucho porque no es novela, es ensayo basado en sus conferencias y trata sobre asuntos literarios. Creo que no será tan duro. Caerá.

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  3. Pues aunque parezca mentira no he leído nada de esta autora tan conocida y justamente este es el libro que tenía pensado leer para iniciarme en su escritura. Así que me ha venido genial leer tu reseña.

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  4. Me alegra, Noelia. Pero ya sabes. Te va a pedir un esfuerzo extra. Y vas a tener bastante tiempo el libro en las manos. Porque se lee a sorbitos. No me imagino a nadie leyéndolo del tirón.

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  5. Sos tentador con tus escritos
    vendes super bien lo que te gusta
    Tus palabras son certeras dulces apasionadas y quietas no se mueven de tu blog
    mi admiracion por vos

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  6. Como ya te dije antes es un gran libro para mi lo escucharé ya que me parece pefecto escucharlo mientra camino...
    besos poeta de las letras

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  7. Gran Virginia Wolf, esto pensaba del "Ulises" de James Joyce:

    "T. S. Eliot piensa que este libro está a la par con 'Guerra y Pa'z. Un libro iletrado y poco cuidado, me parece a mí; el libro de un hombre trabajador hecho a sí mismo, y todos sabemos lo pesados que son, lo egoístas que son, insistentes, bastos, ruidosos y finalmente, nauseabundos. Cuando puedes tomar el pescado cocinado, ¿para qué pedirlo crudo?". (Virginia Woolf)

    Menos mal que alguien se atreve a poner en solfa a algunos clásicos latosos. Desde el respeto lo comento por el hartazgo de su recomendación insistente, me divierto más con estas cosas, como aquello de Mark Twain (bella historia la de este pseudónimo):
    "A menudo quiero criticar a Jane Austen, pero sus libros me enervan tanto que no podría ocultar mi malestar frente al lector, y por eso tengo que parar siempre que comienzo. Cada vez que leo 'Orgullo y prejuicio', siento ganas de desenterrarla y golpearla en el cráneo con su propia tibia". (Mark Twain, 1898)

    Genialidades.

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    Respuestas
    1. Virginia Wolf criticó también a James Joyce diciendo que era demasiado complicado en su vanguardismo y luego ella nos metió todos los experimentos que quiso y sin compasión por los lectores más vagos. Esta escritora fue obra y figura incluso fuera de las letras. En esa época era más difícil tocar lo intocable.
      Me hubiese gustado leer sus obras de vejez, ya desprovista de su voluntad de trascendencia. Por curiosidad. De todas formas nos dejó estos libros que no solo admiten relecturas sino que dan la impresión de que si vuelves a leerlos te encontrarás con un libro diferente cada vez.
      Sobre Mark Twain tengo las mismas impresiones que usted. Y este sí es fácil de recomendar a mucha gente. Ha envejecido bien poco por no decir que nada. Más fresco que escrito ayer. Gran cita la de Jane Austen. Aunque yo me limitaría a tomar té con ella y charlar. No me llevo tan mal con esa señora. Lo que no quita que la maldad me dibuje sonrisas ante citas así. Saludos.

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  8. Hola , te descubrí en el blog de Pitt y me acerqué a ver y resulta que me encuentro con un blog que recomienda libros, y decidí quedarme y dar una vuelta por tus recomendaciones.
    En cuanto a este de Virgina Wolf había oído hablar de él y nunca me decidía a leerlo y mira por donde ahora me entró el gusanillo de hacerlo después de leer tu entrada tan didáctica sobre dicho libro.
    Encantada de encontrarte.Nos leemos.
    Saludos
    Puri

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  9. Dulcinea: Pues me alegro por mí de que me hayas encontrado a través de ese prestigioso lugar que solo es misántropo de nombre. Tengo este y otro blog menos didáctico pero más célebre, parece que lo didáctico se lleva menos. Por eso se celebran doble las visitas por este espacio sobre los libros que voy leyendo. Encantado igualmente, nos leemos.

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