martes, 2 de mayo de 2017

Las chicas



Este libro de Emma Cline sorprendió por la madurez de una autora que debutaba. Una escritora joven que escribe su primera novela y lo hace tan bien es como una promesa de futuro. En todas las críticas se señalan algunos fallos menores y luego se pasa a hablar de que en el futuro corregirá lo que ha escrito. Y es cierto que la novela es más interesante de lo que la juventud de su autora o su inexperiencia podría resultar pero la pregunta que me viene a la cabeza es… ¿Cómo la criticaríamos si nos olvidásemos de la edad de la autora o de lo que haya hecho antes? Pues yo lo tengo claro. Le pondría un seis sobre diez. Es un bien alto. Es una historia con los personajes muy bien construidos, con unos objetivos claros y bien expuestos (la fascinación que ejercen sobre la gente joven y perdida las sectas, la relación entre madres hijas que puede llegar a ser muy cruel a pesar del amor, lo que la admiración hacia ciertas personas “peligrosas” nos puede obligar a hacer por ellas, etc.) y largos y difíciles párrafos muy bien resueltos. La novela transcurre tan agradablemente para el lector que en los sentidos comentados es notable. Pero le voy rebajando puntuación porque durante más de cien páginas nos cuenta demasiados asuntos irrelevantes. En realidad casi un tercio de la historia se podría haber reducido. Al menos para mí que admito que al principio me aburrí bastante con algunas situaciones redundantes que tratan de subrayar en exceso cómo es el personaje principal. Es un error muy típico de principiantes escribir más palabras de las que necesitas. Otro error es pasarte con los adjetivos pero a mí en este caso no me molestan.
La historia nos cuenta cómo una chica joven se queda prendada de otra chica llamada Suzanne que vive en una comuna o familia bajo la influencia de Russell (este personaje es Charles Manson con otro nombre, el tristemente célebre psicópata que de pequeño me dio mi primera historia de horror verdadero cuando vi una serie sobre sus asesinatos en la casa de Polanski). En la historia, se deja de lado el morbo y se centra el foco de atención en el por qué de que esta chica tan aburrida con su vida se deja enredar en ese mundo que llevará a los célebres asesinatos. Como también he visto un documental del canal de Historia sobre el asunto casi puedo sentir a la escritora cogiendo su inspiración de una testigo de la “familia” que se quedó fuera de la casa de Sharon Tate mientras Charles Manson y compañía acuchillaban por aquí y por allá al personal. El documental da voz a esa testigo y tenemos la historia desde su apesadumbrada voz. Ese documental me hizo pensar en Eve, el otro personaje relevante de esta historia, la chica que fascina a su narradora. Su discurso es algo como “me sentí fascinada, amaba a la secta, me dieron un lugar en el mundo pero lo que hicieron estuvo mal”. Sólo que en esta historia es más como “quería la aprobación de Suzanne, la adoraba, haría lo que fuera por ella”. Y Russell-Manson, el asesino, queda en segundo plano.
Si no conoces nada sobre los crímenes de la “familia” Manson querrás ampliar información. Si los conoces, los verás desde un lado alternativo. Curioso en cualquier caso.


Por aquel entonces, yo estaba siempre pendiente de la atención de los demás. Me vestía para generar amor, me bajaba un poco el escote, adoptaba una mirada melancólica cuando me mostraba en público, una mirada que insinuaba muchos pensamientos profundos y prometedores, por si acaso a alguien le daba por echar un vistazo.”pág.29 

5 comentarios:

  1. Hace algún tiempo empecé a leer un libro sobre los asesinatos en casa de Polansky. Nunca lo terminé, no porque no fuera interesante sino porque el libro era fino, lo tenía como lectura alternativa y con el tiempo espacié su lectura hasta que no lo volví a abrir. Me parecía increíble cómo ese tío engatusó a toda esa gente para hacer cosas horribles, incluidos los asesinatos. Pero sí, tenía ese don para atrapar a cierto tipo de gente, hay gente que lo tiene y son capaces de manipular a gente a su antojo, gente como la protagonista supongo. Por ese párrafo que transcribes, necesitaba atención, probablemente ser querida, a veces son carencias, otras necesidad de protagonismo y otras...quién sabe. Terrible, en cualquier caso.

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  2. Es que cuesta entender como tanta gente en un grupo puede llegar a esos extremos. Imagino que lentamente, siendo joven o siendo mayor pero vulnerable, partiendo ya de un error de base en su psicología...
    esta historia de todas formas me sorprendió por el poco interés que le ponía a los asesinatos. Se salta el morbo y se va directa a otros temas. Una opción más que respetable. Saludos

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  3. Es interesante lo que cuentas Yo creo que escribir corto o largo es cuestión de personalidad Cuando estas claro con las cosas te sale corto y si estas confundido en el momento le das vueltas sin parar.Eres una maravilla besos

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  4. Gracias a ti, Recomenzar. Pocas veces me llaman maravilla. Besos

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    1. Por aquel entonces, yo estaba siempre pendiente de la atención de los demás. Me vestía para generar amor, me bajaba un poco el escote, adoptaba una mirada melancólica cuando me mostraba en público, una mirada que insinuaba muchos pensamientos profundos ..cuantas de nosotras hacemos eso..... tratar de gustar en vez de gustarnos
      abrazos con besoso

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