Este libro de Blackie Books me redime
de aquel “Lolito” infame de la misma editorial que reseñé por aquí. En realidad
redime a la editorial. O lo hace a mis ojos. Porque ya nos estábamos llevando mal. A pesar de que cierto excompañero de biblioteca siempre me la recomienda y
asegura que “todo lo que publican es muy bueno”.
Así que acepté una de sus últimas
sugerencias. Me dijo que Laird Hunt era muy bueno aunque él solo había leído su
anterior novela La benévola (Blackie
books,2013). Y que desgraciadamente no la tenían en ese momento. Buena señal,
eso es que la seguían pidiendo prestada. Es un libro con muchos pretendientes a
pesar de no ser un título comercial. Pero vayamos a este que nos ocupa.
Neverhome (ella era más fuerte) nos
cuenta la historia de Ash Thompson, la historia de una soldado que en la guerra
que enfrentó al Norte contra el Sur en los Estados Unidos se alinea a favor de
los norteños contra los esclavistas. Ella en realidad se llama Constance y es
una de esas mujeres que a lo largo de la Historia han conseguido sus derechos a
base de hurtarlos, de agenciárselos de tapadillo disfrazándose de hombres. El
travestismo como truco feminista.
Por lo que leo en la contraportada
hay censadas 400 mujeres que se confundieron en el paisaje masculino de aquella
guerra y fueron al frente para disfrutar de los maravillosos olores, piojos,
hambruna, amputaciones, vísceras al aire y cráneos reventados de la guerra. Yo
siempre he estado a favor de que las mujeres tengan la igualdad absoluta.
Compartirlo todo con ellas. En lo bueno y en lo malo. Y el marido de esta
señora piensa como yo porque mientras ella prefiere irse a la guerra su marido
se queda de amo de casa escondido en su granja, en ocasiones expuesto a las
humillaciones de algunos habitantes del pueblo. Pero a salvo de otras
penalidades de la guerra.
Algún comentarista dice que aquí se
genera una controversia. Esa que nos hace preguntarnos ¿Debe el feminismo
orientarse hacia mujeres que hacen lo mismo que los hombres o por el contrario
conseguir todos los derechos pero mantenerse en su femineidad, sea lo que sea
eso? Y claro, parece que Liar Hunt hace que su feminismo sea el de una mujer
que se convierte en hombre. Pero discrepo. Creo que el libro es más sutil que
todo esto. Porque Constance hace de soldado y lo hace tan bien como cualquier
otro hombre. Pero también tiene otros matices. Unas veces heroica, otras veces
cobarde (interesante el discurso paralelo sobre el miedo que me deja la sencilla frase final de la
novela y que no diré por no contar demasiado), en ocasiones implacable, otras
piadosa… Esta versatilidad emocional la hace humana y para mí, viene a decir
que antes que mujer es persona, como cualquier hombre, y eso es la que la
iguala. Su discurso feminista no está en el hecho de que ella adopte un rol
masculino sino en el hecho de que lo puede hacer tan bien o tan mal como un
hombre pero independientemente de eso, debería tener derecho a hacerlo si
quiere o a renunciar del mismo modo. Y lo más brillante es que a veces olvidas
ese discurso porque te limitas a seguir su larga peripecia a través de una
prosa ajustada sin excesivas florituras pero con ocasionales aciertos
estéticos, bien medida, en una primera persona pensante y “reflexionante” y
hasta “soñante” (suele evocar a su madre muerta o su marido abandonado en sus
sueños o pesadillas). Las escenas de guerras son terribles pero el escritor
debe entender que ya hemos visto mucho de eso y no se recrea en ese asunto,
siempre acaba esquivando el campo de batalla como hace su protagonista y nos
lleva por el camino del pensamiento humanista.
Dice la publicidad de la novela que
Paul Auster se quedó sin respiración mientras la leía. Creo que Paul Auster fue
atendido rápidamente de su fallo respiratorio porque sigue vivo. No creo que se
te tenga que parar nada leyendo esta historia pero sí que es brillante sin
alardes. Y tendrá película( o ya la tiene, ya lo consultaré por ahí).
Precisamente mientras la leía pensaba que me gustaría verla en el cine. Yo me
la imagino como una de Terrence Malick pero ya tiene otro director asignado.
Veremos.
Me encanta como describes lo que te gusta
ResponderEliminarEstoy bastante de acuerdo con lo que comentas sobre la igualdad, pero voy un paso más allá, para mí feminismo también es que ese hombre se quedara en su casa, fuera por cobardía, por ideales, o porque le encantaba estar con sus hijos. Sé que el libro va de otra cosa, pero puedo imaginarme las burlas perfectamente. Creo que la igualdad no sólo es que nosotras hagamos lo mismo que vosotros, sino que vosotros podáis hacer lo mismo que nosotras. Y en eso queda también mucho por hacer. Y me estoy dando cuenta de que, como muchas otras veces, tus reseñas me inspiran para soltar mi propio rollo :D
ResponderEliminarUn abrazo.
Por cierto, que donde digo "Creo que la igualdad...", quería decir feminismo. En fin, lapsus :)
EliminarTe he entendido perfectamente y creo que comparto tu forma de feminismo. Se te ha escapado lo de igualdad porque tu feminismo es justo y pretende eso, lo mismo para todos. No es tan lapsus como piensas.
ResponderEliminarEn el libro se puede extrapolar ese debate que indicas porque aunque no vaya explícitamente de eso, sí hay una corriente subterránea feminista. Al estar escrito por un hombre, sencillamente, se le escapa el detalle que indicas. En una sociedad como la del viejo Oeste americano, lo del hombre que se queda en casa y deja que la mujer vaya a la guerra hubiese dado para mucho.