Nunca me falla. Y parece que fue ayer
que reseñaba aquí mismo “La ley del menor”.
Pues casi por sorpresa, como casi siempre que paseo por los estantes de
novedades de las bibliotecas, me encontré con la última novela de Ian McEwan.
Parece que últimamente va más rápido (o yo reacciono más lento). Y a pesar de
que publica con cierta fluidez no baja el nivel. Está entre mis escritores
preferidos y cada novela me justifica este aprecio y fidelidad de lector. Una
balda de una de las estanterías de mi casa le homenajea. Fui comprando casi
todos sus libros a la que podía. Con este tenía mis reservas pero...
En esta novela pensé que me
decepcionaría por un par de motivos. Trata sobre un triangulo amoroso. Un
marido poeta enamorado de su mujer que a su vez se acuesta con su cuñado. Entre
el cuñado y ella deciden matar al poeta. El argumento no podía ser más trillado.
Por otro lado el punto de vista es el
del bebé del poeta que ella lleva en las entrañas. Esto sí parece más original
pero me parecía un punto de vista inverosímil. Este nonato tiene reflexiones
sobre nuestra actualidad política, sobre la humanidad, sobre el futuro, sobre
sus padres y lo que van a hacer que son francamente ingeniosas. Pero
precisamente por eso no puede tenerlas. Un feto entre sus paredes uterinas no
puede dar para tanto. Y aún así, si lo tomas como el elemento humorístico del
asunto que es y entras en el juego (curioso cuando se queja del sexo de su
madre y del sexo de este golpeando cerca de su cara o sobre cómo le afecta el
sexo oral de su madre), se puede disfrutar. Hay que olvidar que el narrador es
el bebé. O por lo menos recordarlo al final que es cuando todo eso cobrará sentido.
Porque McEwan, como los buenos
novelistas ingleses entre los que destaca prácticamente como el mejor, va
dejando caer detalles aquí y allá que no son casuales. Y ese argumento tan
tópico del que me quejaba, sólo por su trabajo de orfebrería con la psicología
de los personajes, parece nuevo. Vuelve a resultar interesante lo de "matemos al
marido" que ya hemos visto en mil ficciones. Porque sí, una vez más, importa el
cómo se cuenta y no tanto el qué.
Lo siento, amigos y amigas, este
escritor me gusta demasiado. Voy a buscar otras reseñas por ahí a ver si me he
excedido y le he dado puntuación doble por inglés y por ser McEwan.
“Estamos hartos de privilegios y placeres, así como de quejas, y los que
aún no lo están, pronto lo estarán…. Siempre nos preocuparemos por cómo van las
cosas: es lo que depara el problemático don de la conciencia”
pág.40 (esto viene tras un largo monólogo sobre nuestros problemas actuales
como especie y cómo a pesar de nuestras quejas estamos mejor de lo que nunca
hemos estado a nivel global)
Un libro demasiado complejo para mi mente actual.
ResponderEliminarNecesito algo fresco corto rápido como lo es la vida misma
un gran abrazo compañero
No tan complejo pero imagino que ahora no estás para libros. Espero que estés bien por allí, después de todo lo sucedido. Saludos
ResponderEliminarNada ha sucedido en mi vida todo sigue igual el huracan daño cosas materiales. Hay margura en tus comentarios Tu eres el cambio no yo
Eliminarpercibes con tus ojos compañero lo que sientes yo estoy bien gracias
un abrazo siempre
te dejo un abrazo enorme como el cielo
EliminarLeí la Ley del menor en julio y no recordaba que lo habías reseñado, en cuanto termine de comentar, me voy para allá. Casi no he leído nada suyo, pero me encanta, me encanta la versatilidad que tiene para cambiar de estilo según la situación y para soltarte datos que no te importan y que te parezcan interesantes y eso es tan difícil. Seguro que este no es una excepción. Lo pongo en la lista, pero de McEwan ya tengo varios, quién sabe cuándo caerán.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues si tienes varios de este hombre sólo te puedo decir que a mí ninguno me ha decepcionado. Todos con esa versatilidad de la que hablas. Debe de disfrutar él tanto aprendiendo y documentándose sobre lo que escribe como nosotros leyéndole. Este, como siempre, te hace entenderlo mejor cuando acaba. Aunque los mejores de su obra seguramente sean esos suyos que tienes antiguos. No sabría decir cual me gusta más. Saludos
ResponderEliminarMira que lo has recomendado veces y aún no he leído nada de él. Le tengo ganas, así que a un experto en McEwan como tú le pediría que me dijese por dónde empezar. Este me ha resultado curioso, aunque como tú digas el tema está trillado, pero creo que quedan ya muy pocos temas para escribir que no estén trillados.
ResponderEliminarRespecto a lo que dices de leer otras reseñas para ver si te has equivocado o no, pienso que cada uno tenemos nuestra opinión, nuestros escritores favoritos y por supuesto influye mucho la época en la que leemos, un mismo libro puede tener mil críticas positivas, pero si a ti no te llega, no lo hace y punto. A mí me ocurrió por ejemplo con Canadá, que seguramente soy la única persona en el mundo a quien no le ha gustado.
Pd.- Me encantaría ver alguna foto de tus estanterías de libros. A ver si algún día cae alguna por aquí.
Para empezar con algo cortito y que si no te gusta no te ocupe mucho tiempo... "Chesil Beach". Es una gran novela corta. En poco espacio ya sabes cómo es el autor. Como novela ambiciosa que se llevó al cine "Expiación".
EliminarClaro que un libro puede tener mil críticas positivas pero la última la tienes tú. Del autor de Canadá, por cierto, estoy leyendo unos cuentos suyos. Ya diré algo por aquí. Aunque no creo que te interese, imagino.
Sobre estanterías ya lo haré en alguna reseña general. Estoy pensando en hacer alguna sobre un tema en específico y no sobre un libro. Saludos
Lo terminé hace ya unos días y por unas cosas y otras, se me había olvidado pasar por aquí para releer tu entrada.
ResponderEliminarCáscara de nuez no me gustó tanto como los otros dos que he leído, sin embargo no dejo de admirar su maestría a la hora de escribir. Este tiene un humor y una mala leche que me hicieron recordar al "bebé" de Roger Rabbit. Y esta vez no coincido contigo en una cosa. :) Creo que hay que tener presente que el narrador es el feto porque si no acabas por creerte todo lo que cuenta, que no son más que suposiciones basadas en lo que oye. En su momento hasta creí a ciegas lo que cuenta de su padre cuando su tío le va a prestar el dinero y era imposible que fuera cierto! Genial, de verdad que genial que McEwan consigo embaucarnos de esa manera. Quiero escribir como él.
No te gustó como los otros. Pues yo que he leído casi todo lo publicado por él en España te diría que aún gustándome, sigue siendo también el que menos me ha gustado. Y sí, hay que entrar en el juego del feto pero a ratos me sacaban sus razonamientos de adulto. Claro que si lo que cuentan es interesante hay que suspender un poco la credulidad o no disfrutas. Porque al final McEwan lo ha querido así por un motivo muy claro. A lo mejor ya escribes como él pero te falta escribir una novela o encontrar tiempo para hacerlo. Tu blog, tan autoreferencial, ya va por esos pasos. Saludos
EliminarMe encantó el libro me pareció fantástico, aunque el final me decepcionó bastante. Es original la trama y el desarrollo de la historia, el que un feto sea un personaje con un ente propio es algo inaudito hasta ahora.
ResponderEliminarYo de este hombre leí Solar y también me apasionó.
Un placer pasar por aquí. Nos leemos
Puri
Dulcinea: De este hombre, como creo que escribí por aquí, lo he leído casi todo o todo lo publicado por estos lares. Nunca me ha decepcionado. Por la variedad de temas, por exprimir la historia tanto y tan bien, por los giros inesperados, por los personajes que parecen reales... Si no tienes nada que leer cualquiera de los libros suyos que te falten va bien. Cualquiera. Nos leemos
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