lunes, 25 de marzo de 2019

Mr. Mercedes




Hace tiempo una amiga del otro blog con la que hablaba de literatura me comentaba que no soportaba a Stephen King. No tenía nada contra la literatura de género pero el bueno de Stephen le parecía comercial y escritor de Best Sellers. Americano en el mal sentido.
Con el tiempo cambió de idea porque leyó un cuento con un ritmo que la mantuvo en suspense durante más de media hora.
Y es que a los que leemos literatura mainstream habitualmente nos vence el elitismo tontorrón. Si sabes que lo que lees está destinado a la evasión y no a darte la frase perfecta y que de vez en cuando no tiene nada de malo relajarse un poco con una buena historia, pues te llevarás una grata sorpresa.
Yo pecaba de ese elitismo también. Pero lo cierto es que en ciertas épocas del año me da por leer este tipo de literatura sin aspiraciones de premio Nobel. Y puede ser muy agradable. Y se puede decir de algunos de estos escritores que incluso son buenos. Porque es difícil aguantar las toneladas de páginas que ha escrito este señor y todavía poder reinventarse y escaparse de lo que uno ha hecho sin hacerlo del todo, siendo fiel a tu estilo.
Stephen King en “Mr. Mercedes” se escapa brevemente del terror y nos ofrece una historia de género negro donde un policía retirado busca psicópata. Sigue con sus detalles macabros. No baja ese ritmo frenético y ese humor negro que le distinguen. Sí le sobran páginas. Como siempre. Porque el Best Seller parece un libro hecho para que te pese en las manos aunque con el ebook eso ya sea innecesario.
Pero tiene algunas páginas de verdadero suspense. Todo muy cinematográfico, claro (hay serie de televisión). Los malos son muy malos y los buenos muy listos y muy buenos aunque no guapos, esto también es interesante en el libro. Aunque no me guste el maniqueísmo infantil. Pero aún así cuadra con la narrativa y el universo de Stephen King. En su Maine y en el resto de sus novelas el mal es algo casi medieval, digamos que es el demonio. Y el bien es el bien que acabará venciendo a esas fuerzas oscuras. Si bien es cierto que la fórmula terrorífica exige que en la última página siempre veamos que el mal no ha muerto del todo, que tengamos un último escalofrío para que no pensemos que hemos leído un cuento para niños. Así que en esta novela el bueno es el poli y el malo es el tarado que arremete con su Mercedes contra unos tipos en una cola de parados que buscaban ganarse la vida y la pierden de una forma detalladamente morbosa. Muy entretenido. Con un trabajo de investigación policial que me ha recordado a Michael Connelly, el escritor de policíacos por antonomasia. Con dos partes más que forman una trilogía, ya sabemos que a la ficción le gusta mucho en los últimos años venir de tres en tres. Con algunos giros de guión, digo de novela, efectistas pero bien planteados (aunque a veces le veo un par de costuras a la novela Stephen King es un buen profesional y por lo menos hace pocas trampas, algunas pero pocas).
He leído varios libros de este autor. Y seguiré recurriendo a él cuando necesite literatura de transporte público. La Renfe me está fastidiando mucho últimamente y este señor me hace más agradables las demoras hasta destino.

miércoles, 6 de marzo de 2019

La novia gitana




En el anterior post ya estaba tonteando con lo comercial y ahora me entrego de cabeza a ello. Voy por épocas y ahora me apetece algo más liviano. Aunque nunca estúpido.
Este libro es bastante más actual. No he desempolvado el último y más mugriento de los libros de las bibliotecas a las que voy. La novela de Carmen Mola está en los estantes de las librerías AHORA. Y creo que goza de buena salud y éxito.
Es una novela negra cruda. Escrita por una escritora primeriza de la que no te tienes que molestar en buscar su rostro porque es anónima y usa seudónimo y pasa de darnos una foto que nos despiste de lo puramente literario (te va a encantar Dorotea). Varios autores han optado por ese anonimato. “Leedme, no me hagáis entrevistas”, parecen querer decirnos. Y les entiendo.
Esta novela va de dos mujeres gitanas que mueren con años de diferencia pero con el mismo patrón. Les hacen un agujero en la cabeza y les meten gusanos en la cabeza para que se las vayan devorando lentamente. Eso permite que entre en escena una investigadora de 50 años que a juzgar por el impactante final, no puedo decir nada, puede que tenga más entregas. Creo que el éxito del libro nos traerá más casos con el mismo personaje.
La novela se da un buen paseo por Madrid, por la comunidad gitana y sus costumbres, por el Alzheimer… (hay varios temas bien introducidos aunque creo que el principal es la trama de los gitanos y su idiosincrasia).
Sus personajes, y eso es lo que más me gusta, están muy cuidados. Casi todo el mundo ha remarcado lo obvio: si es una escritura novata no se le nota nada. Sus descripciones son poderosas y a veces un poco crudas pero necesarias en la historia, su investigadora tiene mucho carisma y muchas particularidades que la hacen única o casi en su género, que nada suena a forzado en la historia, que hay muchos giros inesperados pero verosímiles. Te la creas o no mantiene una excelente coherencia interna.
Te hablarán mucho y bien de la novela. Pero no dejes que el hype suba mucho o te decepcionará. Leída sin grandes expectativas a mí me ha proporcionado buenos ratos de distracción. Y un poco de envidia por la soltura con la que una persona desconocida puede darte una primera novela tan profesional.
P.D. He encontrado algunos hechos curiosos en la red. La autora responde con evasivas cada vez que le preguntan si es su primera novela. Todo son rumores pero yo apuesto que no es novata. Ahora resulta que tenemos un misterio mayor fuera de las páginas del libro que dentro.